CENTRO MÉDICO ESTÉTICO

Ainhoa Barriola Azaldegi

DONOSTIA-SAN SEBASTIÁN

Aumento de mamas.... ¿Me opero, o no? (Ensayo)

¿Como puedo expresarme sin parecer frívola...? La verdad, ésto es sólo para mí, así que me expresaré libremente sin que nadie pueda criticarme, pongo mis ideas al descubierto, sólo para mí, y así podré valorar de forma más objetiva si estoy en el buen camino...

A ver... soy una mujer de 40 años de edad, casada (mi marido me adora, y yo a él) y tengo dos hijos maravillosos (a los que también adoro). No vamos a tener más hijos, por el momento, aunque bueno... ¿quién sabe?. Tengo un buen trabajo que me mantiene ocupada física y mentalmente, y aunque me encantaría cobrar más, no me puedo quejar.

Después de mi breve presentación, vamos al asunto que me ocupa.... Y es que tengo algo que me lleva rondando en la mente desde hace AÑOS y creo que quizás sea el momento de hacerlo. Tengo mucho miedo, pero sé que si no lo hago seguirá rondándome la cabeza y terminaré arrepintiéndome.

Desde mi adolescencia tengo un complejo inconfesable (no lo sabe ni mi madre, ni mi marido. Me da mucha vergüenza comentárselo). Y es que... siempre he tenido pecho pequeño, no me gusta nada y siempre ando escondiéndolo (incluso cuando estoy con mi marido), me pongo sujetadores con MUCHO relleno, con el bikini es un problema porque cuando se moja el relleno pesa y el suje "cae" con lo que aún se me nota más. Además, durante mis embarazos, mis pechos crecieron y durante las lactancias más (¡estaba feliz!!!!), pero después, además de volver a su tamaño original, se me han vaciado, caído, arrugado... ¡Es un horror!!!! Estoy incluso peor que antes, y si antes ya tenía complejo, ahora es un SUPERcomplejo.

Sé que a mucha gente le parecerá una tontería, incluso una frivolidad, pero a mí no. No es esa gente la que tiene que vivir con ésto, ¿no? Pues no. Soy yo la que convive con este complejo. Y sé que puedo remediarlo, pero me da mucho miedo pasar por ello (¿irá bien? ¿me dolerá mucho? ¿podré aguantarlo? ¿qué será de mis hijos si me pasa algo? ¿me ayudarán en casa? ¿me apoyarán? ¿se darán cuenta en mi trabajo y entorno, y me criticarán?...) y, además, tengo muchas preguntas, para mí muy importantes, que quiero aclarar antes de decidirme a someterme a tal aventura.

A escondidas he acudido a la consulta del médico cirujano a la que he podido hacer todas las preguntas que me rondan y, la verdad, me ha aclarado muchas cosas. Me ha gustado mucho hablar con ella porque además de tranquilizarme mucho, he podido probarme y ver en persona tamaños y formas de mamas, me ha enseñado diferentes tipos de prótesis mamarias explicándome pros y contras de cada una, he podido tocar diferentes prótesis mamarias, me ha explicado de forma que he entendido perfectamente las diferentes técnicas que se pueden realizar en mi caso (con cicatriz en areola o bajo la mama, con prótesis por debajo o por encima del músculo, si necesito o no subir las areolas con más o menos cicatriz... parece que en mi caso no es necesario, por lo que me ha dicho la doctora), y sus posibles resultados. Me ha comentado las diferentes anestesias que pueden aplicarme, me ha recalcado claramente el dolor que voy a tener después de la operación (justo después, me ha dicho que sentiré "como unas agujetas impresionantes", mucha presión en las mamas, que me costará levantar los brazos del todo durante un tiempo, y que el dolor-presión-agujetas irán disminuyendo poco a poco en una semana más o menos. Me ha comentado que estas molestias son mayores el primer día, y que por éso es aconsejable quedarse una noche ingresada ya que me pueden dar medicación incluso más fuerte y directa en el hospital, pero que a partir de que me retiren los drenajes éste disminuye generalmente, y con medicación se puede sobrellevar en casa).

¡Qué gracia me ha hecho cuando me ha contado también de cómo organizarme en casa, si me voy a operar, para hacerme después la vida más fácil! Jijijjjj... ¡Está en todo!! Hacer compra de 1-2 semanas, dejar hecha comida (en tupers en el congelador...) por si no me apetece cocinar durante un tiempo (le he dicho que en mi casa el que mejor cocina es mi marido, jijjj), que si me apetece cocinar les diga a los míos que me dejen las cosas a mano para que no tenga que levantar los brazos, que no haga esfuerzos con los brazos (no hacer camas, ni limpiar cristales, ni pasar la aspiradora, ni bajar la basura... ¡qué gusto! ), ni levantar pesos, ni ejercicio (nada de gimnasio, piscina.. durante un mes o mes y medio... ésto me va a costar un poco ¡ya que estoy enganchadísima al Pádel!).

Tendré que dejar mi casa como la patena, hacer una limpieza general antes de operarme, porque soy una loca de la limpieza y, si me opero y en un tiempo no puedo hacer nada en casa, seguro que vuelvo loco a todos los de mi alrededor si estando quieta veo alguna mota de suciedad...

Uno de mis hijos tiene 1 año y todavía me pide "aúpas"... Esto tampoco lo podré hacer, pero puedo abrazarlo mientras estamos sentados en el sofá o en la cama (no sé si ésto lo necesita más él o yo) y para bañarlo tendré que pedir ayuda para meterlo o sacarlo de la bañera, pero después puedo darle su cremita, masajes suaves y vestirlo yo. Con el mayor creo que será más fácil, pero también tengo que brindarle toda mi atención. De todas formas, me ha dicho la doctora que los niños tienen un sexto sentido con el que se dan cuenta de que su ama está enfermita y se suelen portar mejor. No sé si creerle porque el mayor, de 6 añítos, es un bendito (siempre lo ha sido), pero ¡el pequeñajo es un terremoto!!

Me ha hablado también claramente de las posibles complicaciones del tratamiento (¡Ufff! Ésto sí me ha asustado... puede haber hematomas, sangrado, pérdida de sensibilidad en areolas y partes de la mama que generalmente, no siempre, se va recuperando, desplazamiento de las prótesis, asimetría, encapsulamiento de las prótesis mamarias que pueden llegar a deformar las mamas y generar dolor.... y que incluso en algún caso, requieran volver a entrar a quirófano). La verdad, agradezco su sinceridad, pero ésto no hace más que aumentar mi miedo y mis dudas.

Tengo que pensármelo muy bien.

Y por último, pero no menos importante, también me ha aclarado el precio de todo el tratamiento. Todo lo que incluye, de forma desglosada, y me ha ofrecido un sistema de financiación por si me interesa. Esto también tengo que pensármelo muy bien ya que no es barato...

Bueno... tengo mucho que procesar. Voy a hacerme una lista de los pasos a seguir para decidirme o no:

  • − Antes de nada, tengo que hablarlo con mi marido dejando a un lado mi vergüenza. Yo creo que me apoyará.
  • − También tengo que hablar con mis padres. No sé si me apoyarán, pero si al final decido hacérmelo, les necesitaré para cuidar de mis hijos y sé que podré contar con ellos.
  • − Tendré que hacer cuentas para ver si me conviene o no financiarlo.
  • − Tengo que mirar en qué fechas me lo puedo hacer por mi trabajo, niños.... a poder ser, preferiría hacérmelo en época de vacaciones para no tener que pedir ninguna baja, así nadie se enteraría, pero si no es posible pediré la baja. La doctora me ha dicho que me la daría mi médico de la Seguridad Social.
  • − Tras decidir la fecha, tendré que hablar con la doctora para reservarla y preguntar todos los pasos a seguir (otra consulta al que iría con mi marido si él quiere, chequeo preoperatorio, decidir qué prótesis quiero...).
  • − Mentalizarme.
  • − Preparar mi casa, compras, comidas, niños, trabajo...

¡Ufff!! Tengo mucho trabajo por delante. ¿Qué hago? ¿Me opero, o no???????

NOTA: Este sería un caso cualquiera de entre las muchas que me han ido llegando a lo largo de mi profesión, escrito a modo de ensayo. No es un caso concreto de ninguna de mis pacientes, pero me ha parecido interesante escribir sobre el proceso que siguen muchas de ellas.