CENTRO MÉDICO ESTÉTICO

Ainhoa Barriola Azaldegi

DONOSTIA-SAN SEBASTIÁN

Blefaroplastia... ¡Ha vuelto mi mirada!

Tengo que reconocer que tenía miedo al dolor, a la inflamación, a los hematomas, a que cambiara mi mirada, mi expresión y mi cara, a que la gente me viera "rara" o a que me notara que "algo me había hecho"... pero, después de operarme los párpados (que en mi caso me he operado solamente los párpados superiores ya que la doctora me dijo que los inferiores estaban bien y no lo necesitaba), me veo mucho mejor. He rejuvenecido mi mirada, se me ve mucho más descansada, menos triste y avejentada, y estoy feliz porque tanto la cirugía como su recuperación han sido mucho menos agresivos e invalidantes de lo que me esperaba.

En primer lugar, la intervención fué con anestesia local. Es verdad que hay que "aguantar" unos cuantos pinchacitos, pero son aún más llevaderos que los del dentista. La doctora te los pone con mucho cariño y paciencia, con lo que pueden aguantarse perfectamente. Yo tenía pánico a la anestesia general, pero cuando la doctora me dijo que me lo haría con anestesia local me dió una gran alegría. Además, no necesité quedarme ingresada en la clínica y pude salir caminando perfectamente justo después de realizarme la intervención, sin necesidad de espera.

Lo más molesto son los primeros 3 días ya que los párpados se me inflamaron y, aunque no tuve dolor en ningún momento, sí estuve incómoda, pero con la aplicación de las grasas empapadas en suero frío y las máscaras frías pude sobrellevarlo perfectamente. ¡Ahhhh!!!! ¡ Qué gusto daba el frío en los ojos!!!

Los puntos me los quitó a la semana y posterior me estuve aplicando una crema hidratante de contorno de ojos que me recomendó la doctora. Me encanta esta crema que compré en la farmacia... estoy pensando en seguir utilizándola siempre. Con la crema, que me ponía las veces que quería, sentía los párpados más flexibles (porque las cicatrices al principio se sienten duras y tensas, y durante este período de cicatrización se ve la mirada "tristona", pero es pasajero porque ahora que ya han pasado 3 meses ni las siento, ni las veo... son tan finas y están tan bien escondidas que ¡nadie me las ve!). A partir de la segunda semana de la intervención, la doctora me dejó maquillar los ojos con lo que pude tapar las cicatrices aún rojizas y "camuflar" perfectamente tanto las cicatrices como mi mirada tristona. ¡Es increíble! ¡Nadie se dió cuenta de nada! Todo el mundo me decía que me veía más guapa, rejuvenecida, pero nadie sabía por qué.... Jijijjjjj....

Ahora no sólo me veo más guapa, descansada y rejuvenecida, sino que además cuando me maquillo los ojos la pintura no se me "corre" nada (no parezco un mapache como me ocurría antes....) y los ojos no se me irritan como antes cuando corría aire y se levantaba el polvo con el viento (es que tenía la piel de los párpados encima de las pestañas, tocándolas, con lo que las pestañas no podían parar el viento y el polvo, y todo me entraba en los ojos... ahora funcionan bien, están más fuertes que antes y los ojos están limpios y brillantes).

Estoy realmente encantada porque ¡ha vuelto mi mirada!!!!!