CENTRO MÉDICO ESTÉTICO

Ainhoa Barriola Azaldegi

DONOSTIA-SAN SEBASTIÁN

ABDOMINOPLASTIA …. ¡Los embarazos me han deformado!

Es una pena que para tener tres estupendos premios como yo tengo (porque para mí mis hijos son los tres mejores premios que he tenido en mi vida), tenga que pagarlo el resto de mi vida con la deformidad de mi cuerpo. Si... los quiero con locura, son estupendos, son mis tesoros y lo serán siempre, pero … ¡me han destrozado mi figura!

Por más que cuido mi dieta, hago ejercicio a tope, hipopresivos aconsejados por mi ginecólogo y mi fisioterapeuta para mejorar mi abdomen... me mantengo delgada pero mi tripa no baja, sigue hinchada y flácida, y mi pecho sigue caído y medio vacío. ¡Estoy harta de que me pregunten si estoy de nuevo embarazada! ¡NO! No estoy embarazada. Ya no me atrevo a vestirme ropa ajustada, unos simples pantalones vaqueros, porque me veo fatal.

Se que en su día mi madre se operó el abdomen porque fue ella la primera en recomendarme una abdominoplastia cuando notó mi desesperación. Hasta que me lo contó, yo no sabía nada. Parece que se lo hizo después de mi nacimiento, con lo que yo no me enteré de nada en su momento. Me dijo que a ella le pasaba lo mismo, y que tras hacérselo nunca se había arrepentido porque volvió a su figura y a su vida anterior al embarazo.

Es vedad que yo siempre he visto a mi madre delgada, estilizada, estilosa y muy activa, pero yo pensaba que siempre había sido así, y parece que sí, pero con algún "toquecito" (Jijijjj...).

Me da PAVOR pasar por quirófano, y más por una Cirugía Estética. Seguro que pensáis que es una mera frivolidad y que a quirófano se entra solamente por alguna razón de vida o muerte; pero, meditándolo mucho, tengo que reconocer que este "defecto" (mi abdomen de "embarazada"... porque mi pecho me molesta, pero menos que mi tripa) me está fastidiando mucho, me coarta para muchas actividades (deporte, relaciones sociales, relación marital, forma de vestir, playa en verano....) y merma mi calidad de vida y mi autoestima. Entonces.... ya se que no es a vida o muerte, pero es para mi vida, que sólo tengo una ¿no?

Así que he acudido a la consulta de la doctora, sólo para informarme, y he salido encantada con toda la información, pero a la vez MUERTA DE MIEDO.

Resulta que la Abdominoplastia, (que parece que sí la necesito, según la doctora, para conseguir lo que yo busco, que es volver a mi silueta anterior y tener más fuerza abdominal) se realiza en quirófano, con anestesia general (¡esto me da pánico!), con ingreso de 1 o dos noches (según yo me encuentre), tendría que llevar una faja durante unas dos semanas de día y de noche (te deja quitártela solamente para la ducha y cura diaria de las cicatrices, y luego vuelta a ponértela), y va con una cicatriz horizontal larga encima del pubis y otra pequeña en el ombligo (la del ombligo no me importa tanto ya que se queda escondida en el ombligo que ya de por sí es una cicatriz de nacimiento, ¿no?). Ahora, no sólo te quitan la piel flácida sobrante, también te vuelven a reconstruir la musculatura del abdomen, que después de los embarazos están totalmente abiertas, y con ésto vuelves a tener la tripa plana y dura como antes de los embarazos. Pero.... ¡hay que pasarlo!

Me ha dicho también que el postoperatorio es un poco incómodo porque puede haber dolor (que se puede controlar con medicación), pero generalmente hay más bien tensión (por el estiramiento de la piel... parece que andas ligeramente encorvada durante más o menos una semana porque te tira la piel hacia abajo) y presión (que a una le parece que es por la faja, que presiona, pero no... es por la reconstrucción muscular. ¡Claro! Llevas un montón de tiempo con todo "flojo", sin presión, y de repente en un mismo día pasas de "flojo" a "apretado"... es un cambio brusco y radical). Pero me dice que es pasajero, que en una o dos semanas ya caminas erguida (aunque parece ser que algunas, y algunos porque también hay hombres que se lo hacen, ¡andan ya erguidas desde el primer día!. No seré de esas, seguro, porque soy bastante "cagueta").

También me ha contado las posibles complicaciones... ésto casi no lo he querido ni escuchar, pero me lo ha dado también por escrito, con lo que cuando me tranquilice un poco lo leeré con calma. La verdad es que TODO asusta, y esas posibles complicaciones aún más, a una profana como yo (hematomas, seromas, infecciones, necrosis, fibrosis, cicatrices hipertróficas....), pero me ha informado absolutamente de todo, hasta del precio detallado de todo (que no es barato, pero me ha ofrecido sistema de financiación para pagarlo a plazos, y ésto me ha gustado).

Me lo ha dado todo por escrito para que me lo piense bien, lo hable en mi casa (para ver si me apoyan, pero sobretodo porque necesitaré ayuda después de la cirugía.... aunque, como la doctora me ha recomendado, si al final me opero, dejaré todo listo – compras, comidas ya hechas, casa limpia, medicación que la doctora me recetará para después de la cirugía, porque me dará la receta en la cita previa a la intervención...- y así no tendrán que hacer nada más que cuidarme y mimarme mucho) y me mentalice.

Ya sólo queda decidirme a hacérmelo o no (que estoy ya casi decidida a hacérmelo) , hablar con mi marido y mis hijos para prepararlos física y emocionalmente (en el caso de que me decida a tirar para adelante con mi aventura), a preparar todo mi entorno ( sobretodo mi casa y mi trabajo. Creo que pediré una baja, que la doctora me ha dicho que probablemente me den de más o menos un mes), y sobretodo a MENTALIZARME.

Porque.... es que ¡Los embarazos me han deformado!.