CENTRO MÉDICO ESTÉTICO

Ainhoa Barriola Azaldegi

DONOSTIA-SAN SEBASTIÁN

Minilifting cara y cuello.... ¡Me lo he ganado!

Pues sí... ¡me lo he ganado! Y ya está hecho.

Hace una semana que me operé y no me arrepiento. Es verdad que esta semana ha sido un poco dura, la cochina mentonera ha sido una tortura. Menos mal que sólo la he tenido que llevar 48 horas (¡dos días con sus dos noches!!), pero después de quitármela todo ha ido mejorando bastante rápido. Llevo una semana operada, si, y aún tengo algunos hematomas alrededor de las orejas y en el cuello, y sigo con la cara ancha por la hinchazón de las sienes y las mejillas, pero con un poco de maquillaje y el pelo suelto puedo disimularlo, y de paso tampoco se me ven las cicatrices, por el pelo suelto, que realmente se ven muy finas y estoy segura de que con el tiempo no se me verán; así me lo ha dicho la doctora.

El día de la cirugía, tengo que reconocer que iba aterrada al hospital. Llegué incluso a dudar de si hacérmelo o no ( "total... sólo tengo un poco de caída de las mejillas, y el cuello lo puedo tapar con pañuelos, bufandas, cuellos vueltos...."), pero después pensé en los veranos tapándome el cuello, sin poder llevar un escote, siempre escondiéndome...

Además, mis hijos y mi marido no me apoyaban porque decían que me iba a transformar ("ya hemos visto en la tele cómo se les cambia la cara a todas las famosas que se operan", "tú no lo necesitas, estás estupenda para tu edad", "hay que envejecer con dignidad", "y ¿si no sales de quirófano?, "y ¿si te queda la cara paralizada?", "después seguro que no te reconoceremos, ni tú misma te reconocerás en el espejo"...), pero yo estaba decidida a hacérmelo, es mi dinero (ganado con mi trabajo, sudor y lágrimas), es mi vida, llevo toda mi vida trabajando y ocupándome de los demás (mis padres, mis hermanos, mi marido, mis hijos, mis nietos....), y ¡ahora es mi momento! Así que no tuvieron más que aceptarlo.

Tengo que reconocer que desde que lo aceptaron se han portado muy bien conmigo. Han estado conmigo, pendientes de todo lo que necesitaba (aunque no he necesitado casi nada ya que lo tenía todo bien programado, como me recomendó la doctora que hiciera, es decir, tenía la compra para 1-2 semanas, comida hecha en el frigo y en tupers en el congelador por si no me apetecía cocinar, la casa bien limpia para no marear a los míos tras la operación, los medicamentos que iba a necesitar después de la cirugía las compré en cuanto la doctora me dio la receta... ¡Todo controlado!). Tengo una buena familia. Los quiero mucho, pero ¡también me quiero a mi misma!!

La operación fue estupendamente... lo mejor de todo fue la anestesia. ¡Menuda siesta tan rica me eché!! Cuando me desperté de la anestesia no me podía creer que habíamos terminado, me pareció que acabábamos de empezar. Además, como me pusieron anestesia local también, además de dormirme, no me dolía nada, ni siquiera me molestaba la dichosa mentonera. Como a las 3 horas de la intervención ya me estaba marchando a casa, con mi mentonera puesta, tapada con un pañuelo (como una chica yeye) y mis gafas de sol, acompañada por mi marido. No me ha quedado ningún mal recuerdo. ¿Quien sabe? Después de la "siesta" que me eché, igual hasta repito (jijjjj).

Lo peor han sido los dos primeros días. Manché de sangre la mentonera al principio, pero ésto ya me había avisado la doctora que me iba a pasar, que era normal que manchara los dos primeros días y que me pusiera bastantes gasas encima de las orejas, sobretodo encima de los lóbulos de las orejas, después de ducharme y hacerme la cura en casa (que es muy fácil. La doctora me lo explicó muy bien y me lo puso también por escrito). Me ducho y me lavo la cabeza desde el día siguiente de la cirugía, pero durante dos días me he tenido que volver a poner la mentonera. ¡Que presión e incomodidad con la dichosa mentonera!! Incluso se me inflamó la cara... Pero como sabía que es justo para no hacer mucho hematoma ni inflamarme... pues ¡lo aguanté!. De todas formas, compré en la farmacia antes de la operación toda la medicación que la doctora me recetó (¡me lo puso todo por escrito!, de cómo tomarlo en cada situación de dolor, molestias, inflamación.... no había pérdida, todo me lo dejó bien clarito), y me ha ido muy bien. En cuanto me quité la mentonera, la cara volvió a su ser, se desinflamó, menos alrededor de las orejas que va más despacito.

Sigo inflamada (tengo la cara más ancha) y con algunos hematomas, pero... ¡qué cuello me ha quedado!! y las mejillas.... ¡vuelven a estar en su sitio!! y ésto sólo con un minilifting... que hay que diferenciarlo del lifting (en el lifting te levantan toda la cara y la inflamación puede durarte más de un mes. En el minilifting me han despegado mínimamente, sin tocarme prácticamente la cara y el cuello, todo es sólo alrededor de las orejas... por éso se te inflama sólo alrededor de las orejas). La doctora me comentó que con esta técnica se estira menos, que queda mucho más natural, que no a todo el mundo se le puede hacer porque algunos necesitan un lifting completo, que el postoperatorio es mucho más corto y llevadero, y que el resultado es sin deformar la cara ni hacerte irreconocible después. Y ¡es verdad! Estoy encantada. ¡Sigo siendo yo pero con la cara y el cuello "recogido"!

Ahora habrá que ver cómo evoluciona porque por el momento tengo el cuello muy estirado, pero sé que algo bajará, que se naturalizará. Aunque yo estoy encantada con este cuello. A ver si no baja demasiado.... Por el momento va estupendamente.

Aún no he salido con mis amigas porque alguna me notará, si no son todas, ya que todavía se ve. De todas formas, cuando salga con ellas seguro que me notan diferente, más guapa, y se morirán de la envidia (jijijjj). Pero sí he salido a pasear, a tomarme un vinito con un pintxo con mi marido y airearme un rato; eso sí, maquillada (menos en la zona de los puntos) y con el pelo suelto. A ver qué me dicen el mi trabajo cuando vuelva de la baja (que me dio mi médico de cabecera).... Seguro que ni se enteran. Mejor.

En dos semanas me quitan todos los puntos, iré a la peluquería a ponerme aún más guapa (si cabe) para volver al trabajo. ¡Ale!! porque.... ¡me lo he ganado!.